¡Ni papá, ni papó!

“Las 11, ¡a la cama!”, “Yo no voy, que si no… ¿quién saca a la perra?”, “¡¡Que te doy un soplamocos!!”, “No me llames payaso, ¡llámame budista!”, “No es lo mismo, La Pedraja que Pedrajas, que La Pedrajilla”, “¿Habéis sacado a Tiza?”, “¿Has comprado el pan?”, “¿De qué va la asignatura?”, “¿Qué estudia, recorta-pinta-colorea?”, “Si tienes que comprar libros, compra”, “Cuídame a la niña”, “Tu madre…”, “Ese estudió conmigo”, “Flippy es de Valladolid”, “Me tienes que arreglar el ordenador”, “¡¡¡Pero qué dices!!!”, “¡Payaso!”, “No entiendo nada”, “¡Que vamos bien!”, “¿¡¿¡Quién conduce!?!?”, “¡Qué dice la de atrás!”, “¿Dónde has dejado MI cartera?”, “Lo que yo decía”, “Te quiero”, “¡Aféitate, que picas!”, “¿Quién es Jesús, el abogado?”, “¡Córtate el pelo!”, “¿Qué profesora?, ¿la abuelita?”, “Está soso”, “Saca a Tiza”, “Las 3…y tu madre sin venir”, “¿Ha salido ya la nota?”, “Grábame el disco de esos que salen en una playa”, “No te hagas el listonto”, “No me he manchado, es agua”, “Anda, que estás resacoso”, “Estás ‘chupao’”, “Tu hermana está muy guapa”, “Te quiero como el primer día”, “¡Pero qué dices!”, “ggrrrrr…fiuuuuu (ronquido)”, “¡¡Las 11, arriba!!”, “No tomes cubalibres”, “¿Dónde vas, a Bagurri?”, “¡¡Aaaay, qué malito estoy!!”, “Café y tarta para 500 pesetas”, “¿Quién es ese, el de la bufanda en la cabeza?”, “Cariño”, “¡¡Que no le he dado nada!!”, “¿Ha salido ya la nota?”, “Déjala, que está estudiando mucho”, “Menuda pijada”, “¿Qué estudia, la carrera del galgo?”, “¿Irá el narizotas?”, “gggrrrr…fiuuu”, “¿Quién es el 8 del Pucela?”, “¡¡Que te zumbo!!”, “La tómbola de los Hermanos Cachichi”, “¡Estudia!”, “¿Cómo va el proyecto?”, "¿Tu cumple es el 7 o el 8?", “¡¡Ni papá… ni papó!!”.

Este es el tío del que todo el mundo que lo conoce dice: “Joé, tu padre es la caña”, y del que nosotros decimos “De buenas…es el mejor, de malas…”. Pues de malas también.
Todo el mundo suele decir de su padre que “es el mejor padre del mundo”. Pero yo puedo presumir de que no solo soy yo el que lo dice.

Pasamos horas y horas discutiendo y gritándonos por cualquier estupidez. Mareando al personal que nos acompaña, pero solo él y yo sabemos lo mucho que nos entendemos el uno al otro, lo parecidos que somos, y lo que nos queremos.

Parece perfecto, pero no lo es. Tiene una debilidad. Quiere ser arquitecto, farmacéutico, ingeniero informático y estudiante de química orgánica, además de asesor fiscal, cartero, profesor de filosofía… Y lo peor, es que a menudo lo consigue, jejeje.


¡¡Feliz día del Padre, payaso!!