Al leer el título de esta entrada, a muchos os vendrá a la cabeza ese vídeo que circula por ahí de una socorrista zumbada que casi se carga una urbanización.
Pues no tiene nada que ver. Esta entrada la escribo para aquellos que en alguna ocasión sientan que han fallado a alguien querido.
Muchas veces, creemos que los pequeños detalles se quedan en eso, en detalles. Pero, en ocasiones, un pequeño detalle puede cambiar la cara a un día. Si uno lo tiene... puede convertir un día gris en uno para recordar. Pero si no lo tiene... puede atraer negros nubarrones que oscurezcan una bonita fecha.
Pasamos la vida pensando en satisfacer a los demás, a la gente que nos rodea (jefe, compañeros de trabajo, amigos...), y esto hace que, a veces, se nos olvide la gente más cercana y la que, en realidad, hace más por nosotros. Este fin de semana... me ha pasado algo así, y, puesto que no tiene compensación posible... al menos dejaré constancia para que no me vuelva a pasar.
La he "liao" parda
Publicado por ACD a las 18:06
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1 comentarios:
Tienes razón. Espero que hoy tengas un buen día.
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