Ahorita vuelvo a la rutina, ahorita...


Lo bueno de no esperar nada de una cosa es que, sea como sea, te va a sorprender. Eso es lo que me ha pasado con el viaje del que acabo de llegar hace unas horas. He pasado la Semana Santa en Cancún, México. He ido con un grupo de 30 personas del que apenas conocía a 3 ó 4. Ha sido memorable. Además de lo bonito que es aquello... no hemos parado de reír en todo el viaje, haciendo de esta semana la mejor terapia contra el estrés acumulado durante este año.

Apenas pensé en el viaje hasta unas horas antes de despegar y eso ha sido lo mejor para disfrutar cada uno de los 7 días a tope. Dando todo en cada momento, aplicando la filosofía de que cada día hay que aprovecharlo como si fuese el último. Uno acaba agotado, pero se va a la cama con una sonrisa en la boca, que le da sentido a todo el "esfuerzo" realizado.

Ahora toca volver a la rutina, como si nada hubiera pasado. Pero sí ha pasado, sí. Nunca nada pasa como si nada. Y esta semana... marcará un punto de inflexión, al menos en este curso.

Os dejo, porque voy a seguir peleando con el "jet lag", que ¡falta me hace!

0 comentarios: